ENSAYOS PARA UNA ORESTÍADA INTERGALÁCTICA

Obra de cámara.

A partir del universo de Esquilo, el futuro y el hundimiento del Titanic.

Cinco jóvenes intérpretes quieren iniciarse en el teatro por la puerta grande. Quieren hacer la revolución. Pero esa ambiciosa investigación que habría de catapultarlos a lo más alto, terminará volviéndose un boudeville desastroso. No tanto por la música, los disfraces y el alcohol, sino más bien por el aburrimiento. La obra plantea una serie de interrogaciones acerca del estatuto de lo contemporáneo. Buscar la utopía alterando el orden cultural establecido, que está hecho de la mezcla, de la copia, de la disolución de lo alto y lo bajo y del triunfo universal del pop. Ruido de fondo: una obra sobre el miedo a la muerte, el tedio, la utopía, la juventud y el aturdimiento. Una comedia, por supuesto

La tragedia es el espacio en el que se da la caída del mundo. La tragedia no está en el pasado ni en el futuro, está sobre nosotros todo el tiempo. Cuando nos propusimos comenzar un montaje sobre la Orestíada, sabíamos que tendríamos en nuestras manos un enigma; aquél que se esconde en el silencio del héroe, en el palabrerío del coro, en el muerto que yace en la calle después del accidente. Estos apuntes son prototipos de una maquina que próximamente lanzaremos al espacio. Son fragmentos de nuestras investigaciones sobre la tragedia de los Atridas y creemos que en tiempos venideros, cuando nuestro planeta sea un desierto, alguien, en algún lugar, podría necesitarlos. Durante todo este tiempo nos encontramos muchas veces con la sentencia: “En la contemporaneidad es imposible la tragedia” y todos parecen estar muy convencidos de ello. Como no queríamos contradecirlos, nos pusimos a ensayar la tragedia del porvenir